domingo, 16 de enero de 2011

1. Artimaña sentimental de la Araña Mántrica

-Mamá ¿qué le pasa a la araña mántrica?
-¿Cómo que qué le pasa mijo?
-Sí, me está viendo con sus ocho ojos.
-No le hagas caso, ándale cómete tu cereal.
-No puedo, la araña mántrica me está viendo y me pone nervioso.

La mamá lanza una mirada represora en dirección de la araña, ésta desvía cuatro ojos hacia el televisor. El niño por fin termina su desayuno.
La araña mántrica se siente ultrajada, regañada sin motivo, y mueve sus patas sincrónicamente en señal de protesta, la mamá se sienta a la mesa con un café en mano.

-¿Vas a ir a cazar hoy?

La araña agita sus patas, sigue protestando.

-Pues hoy será un buen día, la marea está alta.

El ruido del mar entró por la ventana abierta, le siguió una gaviota que aprovechó para robarse una rebanada de pan tostado. La mamá se disculpó, debía apresurarse y salió de la cocina. La araña se fue al cuarto de televisión y se sentó junto al niño caprichoso.

Ambos se miraron por un instante y se ignoraron con muecas de indiferencia. A la araña se le ocurrió una artimaña sentimiental para hacerse con el control del televisor, pero su estómago rugió fuertemente y tuvo que salir por fin, a cazar atunes.

Cuauhtémoc Velázquez

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